El concepto de Ifá va más allá de una simple definición literaria; para comprender su verdadero significado, es necesario explorar las raíces de la cultura religiosa Yoruba.
En la tradición Yoruba, la palabra "Ifá" se utiliza para identificar tanto al sistema de adivinación como a la deidad que lo representa, conocida como Òrúnmìlà u Orula. Si bien estas palabras se refieren a la deidad en sí misma, "Ifá" también se emplea para describir el sistema de adivinación en general.
El significado literal de "Ifá" es un concepto amplio, desafiando una definición simple incluso para eruditos en las tradiciones Yoruba, debido a la dificultad de rastrear sus raíces etimológicas. Desde una perspectiva mística, se podría interpretar a "Ifá" como "el mensaje de Olódùmarè enviado a la humanidad a través del profeta Òrúnmìlà, la deidad de la sabiduría", transmitido a sus descendientes, los babalawos, quienes a través de un sistema de adivinación desentrañan los mensajes ocultos de Ifá.
El culto a Ifá implica ceremonias, alabanzas, sacrificios, tabúes y rituales, al igual que muchas otras tradiciones religiosas. Su sabiduría proporciona conocimiento sobre el pasado, el presente y el futuro de las personas, facilitando una alineación adecuada con su destino y fomentando la armonía con las fuerzas naturales.
Ifá se considera un regalo de Olódùmarè a través de Òrúnmìlà para guiar a la humanidad hacia una vida en completa armonía con la naturaleza. Este sistema de adivinación ofrece consejos, orientación y ofrendas para ayudar a las personas a seguir su camino de vida y alcanzar sus objetivos.
La importancia de comprender lo que representa Ifá se refleja en un antiguo dicho: "Ifá es el maestro de hoy, el maestro del mañana y el maestro del día después de mañana. Los cuatro días establecidos por Oosa en la tierra pertenecen a Ifá". Esto subraya la necesidad de consultar a Ifá antes de tomar decisiones importantes en la vida.
Por otro lado, la religión Yoruba tiene sus raíces en la tribu Yoruba en el oeste de África, específicamente en lo que hoy es Nigeria, a lo largo del río Níger. A lo largo de su historia, los Yoruba construyeron complejas estructuras de reinos, siendo Benin el más destacado, que perduró durante 12 siglos hasta 1896. La ciudad sagrada de Ifé se considera un punto de referencia en esta tradición religiosa.
Sin embargo, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, los Yoruba enfrentaron conflictos internos y ataques externos que llevaron a su caída y esclavización. Entre 1820 y 1840, la mayoría de los esclavos enviados desde Benin fueron Yoruba, y llevaron consigo no solo sus cuerpos a una vida de miseria en plantaciones de azúcar, sino también su cultura, religión y alma. Estos esclavos, conocidos como "Lucumí" por su saludo "oluku mi" (mi amigo), conservaron su religión ancestral, que se mantuvo oculta bajo una fachada de catolicismo en el Nuevo Mundo. Así nació la Santería, donde los Orishas, emisarios de Olodumare, fueron identificados con santos católicos en una adaptación sincrética.
En resumen, Ifá es una parte fundamental de la tradición religiosa Yoruba, que ofrece guía espiritual y sabiduría para vivir en armonía con el destino y las fuerzas naturales. Esta tradición se arraiga en la historia de los Yoruba, quienes, a pesar de sufrir la esclavitud, mantuvieron su rica herencia cultural y religiosa en el Nuevo Mundo.