El Odu Baba Ejiogbe, cumbre del Orden Señorial de Ifá, trasciende como el principal, encarnando el principio masculino. Este Odu, intrínsecamente padre de los demás, se erige como el signo inmutable de Orúnmila, ocupando el sitial inicial.
Ejiogbe, con sus caras simétricas donde Ogbe se refleja en ambos lados, universalmente reconocido como Ejiogbe, se designa el "lenguaje doble", donde convergen las dualidades de lo positivo y lo negativo, manteniendo un equilibrio de fuerzas que vaticina auspicios.
Este Odu, que simboliza el Sol, representa el punto de inicio y fin de todos los procesos y eventos universales, y se le otorga el título de "Ye Yesán". Como hijo directo de olofin y Aiyé, Ejiogbe se erige como el Mesías de Ifá y el Príncipe de los Odus, resguardando los secretos esenciales de la creación, encapsulando lo positivo y lo negativo.
Ejiogbe abarca conceptos cruciales, desde la dualidad fundamental de Yin y Yang hasta la conexión con elementos como las aguas, palmas, nueces de kolá, espinacas y la anatomía humana. En este Odu, nace la respiración, el principio vital que determina que sin oxígeno, no hay vida, estableciendo el intercambio de energías y fluidos entre los seres orgánicos y su entorno.
Gobernando durante el día, Ejiogbe asegura un buen augurio mientras Olorun ilumina, desempeñando el papel de rey de la procreación y vinculándose con fenómenos naturales como lluvias, ríos, mares y cúmulos de agua dulce y salada.
Ejiogbe se identifica con aves de rapiña, animales carroñeros y la descomposición, desplegando la voluntad como un arma poderosa. Este Odu aborda la forma en que el ser humano divide y se apropia de la tierra, y establece su punto cardinal en el oriente, donde la carne se integra con el espíritu.
Este Odu teje relaciones fundamentales con Obatalá, Yemajá y Orúnmila, constituyendo un punto de referencia en la dicotomía entre el bien y el mal, donde todos los Orishas encuentran voz y se da la separación entre la Tierra y el Cielo.
Elevado a la categoría de padre y maestro, Ejiogbe comunica conceptos de luz, bienestar general, victoria sobre enemigos, despertares espirituales y paz mental. Este Odu aconseja mantener la calma frente a desafíos, predice la intervención de un anciano sabio y enfatiza la conexión con el Ángel de la Guarda y Yemajá.
En el contexto de las adivinaciones, aquellos a quienes se les revela Ejiogbe auguran un período de paz, prosperidad y la posibilidad de riqueza y desarrollo, siempre que se lleven a cabo los sacrificios necesarios. Las predicciones también señalan una vida prolongada, destacando la importancia de cuidar la salud y consultar a Ifá antes de tomar decisiones cruciales.
Este Odu adentra en sombras que se mueven en la casa, el abuso de confianza, pérdidas y desafíos oscuros. Subraya la indestructibilidad ante enemigos, la necesidad de honrar a los Orishas y la importancia de seguir las orientaciones divinas.