La espiritualidad es una dimensión fundamental de la experiencia humana que trasciende lo material y busca conexiones más profundas con el universo, con uno mismo y con los demás. En general, implica una búsqueda de significado y propósito en la vida, así como una conexión con lo trascendental o divino.
La espiritualidad puede manifestarse a través de diversas prácticas y creencias, que pueden incluir la meditación, la oración, la conexión con la naturaleza, el arte, la música y la filosofía, entre otros. Para algunas personas, la espiritualidad es una búsqueda individual de sentido y trascendencia que puede no estar vinculada a ninguna tradición religiosa en particular.
En última instancia, la espiritualidad se trata de explorar la dimensión más profunda de nuestra existencia, cultivar una relación con lo divino o lo sagrado (ya sea en forma de Dios, el universo, la energía cósmica, o cualquier otro concepto), y vivir de acuerdo con los valores y principios que emanan de esa conexión. La espiritualidad puede brindar consuelo, orientación y significado en tiempos de dificultad, así como una sensación de paz interior y plenitud en la vida cotidiana.